nos contabas tus vivencias,
y al escucharte embobados,
mostrabas tus experiencias.
Bailarina, salerosa,
con la sonrisa en los labios,
siempre haciendo tus labores,
dándonos consejos sabios.
Ahora que nos has dejado,
y a la escuela ya no vienes,
tengo que decirte Emilia,
que dónde estés se te quiere.
Dedicado a Dña. Emilia Llanderal Caldes gran compañera, maestra de vocación y sobre todo gran persona y magnífica mujer. Nos ha dejado para estar siempre en nuestros corazones.
Descanse en paz.
EL CLAUSTRO DE PROFESORES
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